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Homero Simpson, el gran matemático

Los televidentes interesados en ecuaciones y teoremas no tienen que ir más allá de Springfield.

Las matemáticas no parecen ser la clase de material que nutre a los escritores de series de televisión y su aparición suele ser más la excepción que la regla. Si se hacen presentes es, a menudo, en programas ambientados en el mundo académico, como The Big Bang Theory o Numbers. Por eso sorprende que un escritor –con un doctorado en física del Emmanuel College de Cambridge– diga que el lugar más matemático de la televisión probablemente sea el número 742 de la Avenida Siempreviva, en Springfield.

La gran influencia de las matemáticas en el universo de la serie llevó a Simon Singh a escribir un libro que en español se titula Los Simpson y las matemáticas. En diálogo con EL TIEMPO, recordó cómo comenzó su idilio matemático con la familia más famosa de la pantalla chica.

“Hace unos diez años vi un episodio de Los Simpson en el que Homero se vuelve inventor. En ese capítulo, él escribe unas ecuaciones en un tablero y noté que una es acerca del último teorema de Fermat, el problema más destacado en la historia de las matemáticas. Me dije: ‘Wow, a alguien en el equipo de escritores le gustan las matemáticas’. Luego me di cuenta de que a muchos de ellos les gustan. Varios tienen grados, hasta doctorados, en matemáticas. Pensé: ‘¿Qué mejor manera de interesar a la gente en esta ciencia que a través de Los Simpson?’ ”.

Singh conoce bien el teorema de Fermat (que puede expresarse como x a la n+y a la n=z a la n) porque escribió un libro al respecto. Dice: “Es una ecuación para la que Fermat dijo que nunca se hallará una solución. Trescientos años después, la comunidad matemática está de acuerdo: nunca se hallará una solución. Y viene Homero a ‘resolverla’ en un episodio”. Pero la ‘solución’ de Homero, que sobresaltó a más de un aficionado que la verificó con su calculadora, es simplemente otro chiste de la serie.

Singh explica: “Si miras en la calculadora de tu celular, la solución de Homero funciona. Pero se trata en realidad de un espejismo, una solución tan próxima a ser correcta que se considera una ‘falsa solución’. En todo caso, eso te muestra cuán inteligentes son estos escritores y cuánto esfuerzo ponen en sus guiones”. La ecuación de Fermat es tan popular que la mencionan en Viaje a las estrellas, Doctor Who y hasta en Al diablo con el diablo. Pero solo en Los Simpson, enfatiza Singh, los escritores se tomaron el trabajo de producir una solución aparente.

El autor va más allá. En alusión al sexto episodio de Halloween (La casita del Horror VI) en el que se transmitió un segmento parcialmente animado en 3D titulado ‘Homero al cubo’, Singh dice: “Bien podríamos estar hablando de los cinco minutos más matemáticos en la historia del prime time. Ese segmento también tiene el teorema de Fermat, además de referencias a coordenadas cartesianas, a ASCII (una forma de traducir símbolos a números), a la tetera de Utah y a la identidad de Euler, que es la ecuación más bella que existe. Tiene, incluso, una referencia a "P vs NP", un problema no resuelto muy conocido. “Si puedes resolverlo, vale un millón de dólares”, dice Singh. Todo, en cinco minutos.

1.729: el número mágico de ‘Futurama’

Si ‘Los Simpson’ tiene matemáticas donde menos se espera, es más lógico encontrarlas en el universo futurista de ‘Futurama’.

Simon Singh señala que nada expresa mejor este hecho que la omnipresencia de un cierto número.

1.729 es el número de unidad de Bender (el robot de la serie), el número de la nave Nimbus y el número del universo paralelo al que viaja Fry (el protagonista, que fue congelado en el año 2000 y despertó en el año 3000). “Para los matemáticos es muy interesante porque es el número más pequeño que puede ser descrito como la suma de dos cubos (10 a la 3+9 a la 3 y 12 a la 3+1 a la 3), algo que es muy raro”, dice Singh.

El escritor añade: “Hay un evidente intercambio entre las series. Hay mucha ciencia en ‘Futurama’, claro, porque en últimas es ciencia ficción, pero eso no es realmente una sorpresa. Sí lo es el que haya tantas matemáticas, de geometría a teoría de números, a lo largo de docenas de episodios. El grado de atención al detalle es asombroso”.

Los Simpson en televisión

La serie se puede ver los sábados de 3 a 5 p.m., por el canal Caracol. Los domingos, en el canal de TV paga Fox, a partir de las 8 p.m.

WILSON VEGA
Subeditor Internacional

 

El hombre que encontró en las matemáticas su método de supervivencia

Santiago Peña fue reconocido como uno de los 100 mejores docentes del país.

Santiago Peña convirtió los números en un instrumento de supervivencia. Su habilidad con ellos y con las fórmulas químicas no solo le mereció el reconocimiento de sus profesores sino que, en muchas ocasiones, le permitió intercambiar saberes por un techo o un plato de comida.

"Hacía tareas y asesorías para exámenes a cambio de tener un lugar dónde dormir. Cuando murió mi papá, mi madrastra comenzó a cobrarme arriendo y quedé prácticamente en la calle", afirma este profesor de matemáticas.

Estudiaba en un colegio oficial, así que cada vez que sus maestros iban a paro, su estómago también: no había compañeros con quienes negociar. Sin más remedio, acudió al rebusque. Lavó carros, cargó bultos en la galería, a cambio de algunos pesos para pagar un sitio donde dormir. La ducha era en el colegio.

Desde niño soportó el desamor de su mamá. Su frialdad. Por eso un día dejó su casa familiar en Cali, donde nació, y se fue a Tumaco a vivir con su abuela. "En ese tiempo fui muy feliz. Pero ella no tenía cómo pagarme el estudio. Me envió de regreso con mi mamá, con quien nunca tuve química", recuerda con tristeza el profesor Santiago, mientras retira los lentes de sus ojos y frota con sus manos su rostro casi descompuesto.

Al morir su mamá, su papá lo obligó a vivir con varias madrastras. Cuando tenía 9 años, huyó de la casa por cuenta del maltrato que recibía de una de ellas. Creyó que Buenaventura quedaba a unos pasos de Cali, así que emprendió a pie su huida hacia el puerto. Al cabo de unas horas, cansado de andar, terminó tendido en la silla de un parque. Una mujer, al verlo, se condolió de su estado y lo llevó consigo.

Pasó un mes con ella hasta que apareció su papá. Molesto por lo sucedido, lo amenazó con internarlo en un reformatorio. A partir de ese momento vinieron malos tratos de las mujeres que convivían con su padre, al punto que a veces le negaban la entrada a casa si no llevaba plata en los bolsillos. Muchas veces, incluso, se acostó sin comer.

"Desde que tengo uso de razón, el estudio, más que una oportunidad, un deber, se convirtió para mí en una necesidad, una manera de sobrevivir. El colegio era mi hogar y allí la pasaba bien, sencillamente porque me mantenía alejado de la casa", dice.

Así se graduó de bachiller y, decidido a reunir dinero para estudiar una carrera, Peña empezó a trabajar como payaso en calles y en fiestas privadas; también fue titiritero e imitador de Celia Cruz en despedidas de solteros. Fue voceador de prensa. Vigilante. Con lo ahorrado completó el costo del primer semestre de universidad.

Entró a la Santiago de Cali, donde obtuvo una beca por buen rendimiento. Terminó la licenciatura de matemáticas en 1996 y en 2005 entró oficialmente a la carrera docente (durante unos años trabajó como maestro provisional). Hoy está culminando su doctorado en ciencias de la educación de las matemáticas en la Universidad del Quindío y ya tiene un título de magíster en educación superior.

Todas las dificultades que en algún momento trazaron su camino hacen más meritorio el reconocimiento que le dio el Ministerio de Educación a su labor docente, al convertirlo en uno de los 100 maestros formadores del programa Todos a Aprender.

"Hemos escogido a los 100 mejores docentes del país con la misión de transformar la calidad de la educación", dijo el presidente Juan Manuel Santos durante la entrega de premios a educadores, estudiantes e instituciones educativas. Estos docentes tienen la tarea de formar y acompañar con su experiencia pedagógica a tres mil maestros que, a su vez, llegarán a las aulas de clase de setenta mil docentes colombianos, de los lugares más remotos, con el fin de mejorar sus prácticas de aula. Bajo esta premisa, se busca elevar la calidad de la educación, particularmente en las áreas de lenguaje y matemáticas.

"¿Sabe por qué las matemáticas son un coco? Porque los docentes las han hecho ver así; no enseñan conceptos y las vuelven aburridas", afirma Peña. Por eso uno de sus principales objetivos es romper ese esquema obsoleto que replican algunos maestros: transmitir datos, muchas veces sin sentido ni creatividad.

"El profesor es como un médico general: sabe de todo un poco, pero las matemáticas exigen un especialista". Y además de dominar la disciplina, debe sentir pasión por lo que hace, ser ejemplo de vida y transmitir a sus alumnos la idea de pensar en grande. No en vano su paciencia y su creatividad para explicar son virtudes reconocidas por sus alumnos del colegio oficial Donald Tafur o por los maestros de los quince planteles educativos de municipios de Nariño que hoy forma. En ese departamento hay 110 colegios focalizados por el programa Todos a Aprender.

"El profesor Santiago Peña es nuestra inspiración", afirma Juan G. Giraldo, uno de sus alumnos. En Nariño, donde el 90 por ciento de los niños se siente mejor en la escuela que en su casas, el educador goza de una credibilidad que debe aprovechar para el bien de sus alumnos. "A muchos de estos niños el camino los conduce a ser jornaleros, que es el oficio de sus padres. Pero es bueno que conozcan otras perspectivas", concluye Peña.

Aunque reconoce que veinte años atrás (hoy tiene 40) nadie daba un peso por él, su deseo de edificar un futuro lo llevó a la cima de sus aspiraciones: transformar la vida de sus alumnos como hace mucho tiempo la educación que recibió transformó la suya.

Andrea Linares Gómez
Redacción Vida de Hoy

 

Colombianos crean tutorya.com, sitio web para enseñar matemáticas

Ya son 1.200 estudiantes los que lo usan y ahora buscan extenderlo a otros países.

Dos colombianos apasionados por los números crearon una página web para cambiarles el chip a los estudiantes de América Latina, la mayoría de los cuales consideran las matemáticas el ‘coco’ del pénsum académico.

Se trata de la plataforma www.tutorya.com, que apoya a alumnos de bachillerato y primeros semestres universitarios a comprender mejor esta asignatura.

Daniel Rincón y Carlos Liévano son los creadores de esta iniciativa, que nació en el 2012.

Hasta ahora, la plataforma cuenta con 1.200 estudiantes y 700 maestros en Bogotá y Medellín, desde donde esperan conquistar otras ciudades latinoamericanas.

“Al finalizar el año queremos tener 2.000 alumnos y que nuestra idea no sea solo empleada como último recurso, cuando se está perdiendo el año o el semestre”, dijo Rincón.

De hecho, este mes inician su expansión internacional con la creación de una base de tutores en Ciudad de México, usando los centros educativos y las redes sociales para promocionarse.

Esta propuesta empresarial necesita, según Liévano, “que la gente entienda que las matemáticas son altamente creativas, tienen un montón de curiosidades y misterios que las hacen riquísimas y un potencial para ser disfrutadas si son bien enseñadas”.

Y es que, a juicio de este ingeniero financiero, la dificultad para entenderlas radica en que se acumulan vacíos año tras año.

Pero “cuando el joven tiene una experiencia personalizada, en la que el tutor observa cómo va el proceso, identifica en dónde está el problema y empieza a llevarlo al nivel académico en el que debería estar, se dan casos de gente que resulta amando esta área del saber porque superó el miedo”.

Con el objetivo de complementar el servicio, que también incluye asesoría en ciencias, están creando un prototipo que permitirá que “tutores y estudiantes se contacten en vivo”, y no descartan implementar a partir del próximo año una aplicación para móviles y tabletas.

Lo anterior posibilitará cumplir el fin último de estos empresarios que, en palabras de Carlos Liévano, “es poner un granito de arena para el desarrollo económico del país al posibilitar que cada vez más personas comprendan que las matemáticas son el fundamento para conseguirlo”.

Así funciona la plataforma

El estudiante se inscribe gratis en www.tutorya.com y suministra datos como lugar y fecha de la tutoría, materia por tratar, teléfono, institución a la que pertenece, idioma del tutor y horas que requiere. Esta información se envía a los tutores registrados, que dan a conocer cuánto cobran y por qué son la mejor opción. El estudiante escogerá el que más le guste. El tutor le paga una comisión al portal de la primera capacitación, que por lo general se extiende a 8 o 10 horas, y cuyo valor va de 10.000 a 80.000 pesos.

EFE

 

Matemagia, una forma divertida de aprender matemáticas

Mediante esta técnica se pretende explicar algo extraordinariocon a través de los números.

El aprendizaje de las matemáticas es uno de los más complejos durante la etapa formativa y no genera mayor disfrute, por el contrario, crea cierto desasosiego e indisposición. Para contrarrestar esas actitudes negativas se impulsa la Matemagia, una forma divertida y efectiva de aprender sobre números y sus dinámicas.

La relación entre Matemática y magia viene desde la Edad Media, época de la que se conocen trabajos escritos sobre esa relación y en la cual los alquimistas captaron el vínculo secreto que va del asombro al conocimiento. Y justamente de eso se trata la Matemagia: de asombrar e interesar a los estudiantes para luego poder explicar algo extraordinario, y en ocasiones aparentemente imposible, a través de la argumentación matemática.

Quien ha trabajado en el país este modelo pedagógico es el investigador Erminsul Palomino Bejarajo, docente del Departamento de Matemáticas de Facultad de Ciencias Básicas de la Universidad Autónoma de Occidente. Bajo su propuesta, “el profesor se convierte en un gran mago que planea el efecto, realiza el acto de manera adecuada para mostrar un resultado asombroso, pero después explica el argumento matemático que resuelve la intriga”.

Su investigación parte de una pregunta reiterada que hacen docentes y padres de familia: ¿cómo hacer para que los estudiantes no rechacen la matemática? Lo que pretendió Palomino Bejarano fue minimizar las actitudes negativas ante esa materia, utilizando recursos lúdicos como la Matemagia y la Amistad entre los números, dos conceptos que viene desarrollando desde el año 2005 y que hizo públicos en 2007, durante un congreso internacional en educación matemática realizado en Sevilla, España.

La Matemagia trata de explicar sin perder el rigor científico, la relación que existe entre los números; pretende revelar que ese supuesto acto de magia tiene una explicación matemática que estimula el espíritu investigativo y crítico de los estudiantes, quienes a partir de unos problemas específicos siempre van a indagar por qué sucede dicha situación.

Uno de los ejemplos más ilustrativos expuesto por Palomino Bejarano es el siguiente: “Piensa un número, luego súmale el siguiente, y al resultado, agrégale 15, divide entre dos el resultado anterior, una vez obtenida la respuesta réstale el número que pensaste. ¿Verdad que el resultado es 8?”. Y si se juega más se encuentran otras relaciones, por ejemplo, si el 15 se cambia por 13, el resultado será 7; si se emplea el 11, el resultado será 6, y así sucesivamente.

Con este sencillo ejemplo, plantea el investigador, se observa una relación muy interesante entre el álgebra básica y un acto de magia: “La explicación de este juego de adivinación se devela de manera clara usando expresiones algebraicas que dan cuenta de lo que hay detrás de un número desconocido”.

En esencia, un adecuado aprendizaje de las matemáticas, aplicando este tipo de métodos pedagógicos, tiene consecuencias positivas para los estudiantes, entre ellas, modifica la poca disposición que tengan alumnos y alumnas para el aprendizaje de esta materia; despierta la pasión entre los docentes para transmitir el conocimiento de manera creativa; y contribuye al avance de las ciencias en diferentes campos del saber cuando el estudiante llega motivado a los estudios superiores.

Pero la Matemagia tiene un secreto adicional que es expuesto de manera clara por Palomino Bejarano: “Debemos mostrar que somos felices con nuestro trabajo, que la enseñanza y aprendizaje de la matemática puede ser divertida y efectiva. Nuestra actitud habla por nosotros y por eso debemos ser muy recursivos didácticamente, aprendiendo cada día más para saber guiar de manera eficiente a nuestros estudiantes”.

(Adaptación periodística del texto “Matemática mágica: Una Forma Lúdica de Acercarse a las Matemáticas” de Erminsul Palomino Bejarano. Universidad Autónoma de Occidente) (Vea las firmas que se suman a esta iniciativa)

JUAN DIEGO RESTREPO
Para EL TIEMPO

 

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